Intestino

Rosácea y enfermedades intestinales

Recientemente hay cada vez más estudios acerca de la importancia de una buena salud intestinal y el estado de la piel. La rosácea y enfermedades intestinales están ahora a la orden del día.

Las estadísticas apuntan que hasta un 22% de la población en Europa sufre rosácea en menor o mayor grado. 

En diversos artículos científicos, se ha demostrado una especial incidencia de rosácea en la piel a personas con otras patologías. En este caso, patologías digestivas. Se trata de enfermedades gastrointestinales: tales como la celiaquía, la enfermedad inflamatoria intestinal (Chron o colitis ulcerosa), presencia del h.phylori, el SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado), intolerancias varias y síndrome del intestino irritable.

Para poner un ejemplo de uno de estos estudios, en Estados Unidos se hizo un ensayo a 113 pacientes con Acné Rosácea. 52 de 113 pacientes dieron positivo en SIBO. Prácticamente el 50% de los pacientes testados de acné rosácea tenían, además, SIBO. En estos pacientes se dio un tratamiento con antibiótico para eliminar el SIBO y la erridación de éste les dejó prácticamente con una regresión del Acné Rosácea durante más de 9 meses sin brotes. Son noticias magníficas para pacientes que no les funciona ninguna medicación. Estudio: ( Parodi et al. Am J Gastroenterol 2008;6:759-764)

Por si os preguntáis que és el SIBO, se podría resumir como bacterias intestinales que han colonizado una parte del intestino que no deberían. Así, se crean problemas de permeabilidad intestinal, malabsorción de nutrientes, cansancio, hinchazón, etc. Erradicar el SIBO puede mejorar muchísimo nuestras expectativas con la rosácea. Como ya hemos visto, la piel y el intestino están conectados.

Los autores de varios estudios plantean que puede haber un mecanismo común entre la rosácea y algunas de estas enfermedades ya que ambas son inflamatorias y afectan a una superficie (ya sea la del cuerpo -piel- o la de los intestinos, -mucosa-). Como os digo, en cualquier caso, las investigaciones aún son incipientes, pero es un gran hallazgo, se está investigando hacia una buena dirección. Y vemos resultados.

El dilema es si la rosácea tiene un papel de marcador de otras enfermedades, o en caso contrario, es un factor que predispone a tenerlas. Varios autores afirman que la rosácea puede ir más allá de la piel, de manera similar a lo que pasa con la psoriasis, y que la inflamación no solo afecta a la piel, sino a un nivel más general en nuestro organismo.

Se han encontrado, a través de varios estudios, personas con rosácea que tienen la proteína c reactiva en sangre más elevada de lo que seria normal, indicando inflamación. Sin embargo, se desconoce si estos pacientes tienen, además, algún otro tipo de dolencia.

Estoy segura que muchxs de los que padecemos rosácea hemos visto que si comemos tal cosa la piel nos mejora. Un estudio por la National Rosacea Society, descubrió que un 78% de los adultos con rosácea habían hecho cambios en su dieta, y un 95% experimentó mejores síntomas de rosácea con este cambio.

Además, los estudios vuelven a dar luz sobre la suplementación en estos casos. Los dos suplementos que más nos pueden ayudar a gente con nuestro problema son:

  • Suplementos de Omega-3
  • Suplementos con Zinc

Por supuesto, mi recomendación es hablarlo con el dermatólogo y/o nutricionista siempre. Tomarlos libremente no seria lo adecuado. Yo he tomado los dos, asesorada por mi dermatólogo y nutricionista y estoy muy satisfecha. Para ver más información acerca de suplementos, puedes echar un vistazo aquí.

En cualquier caso, todos estos estudios se basan en datos preliminares que abren nuevas puertas a más investigaciones en cuanto a nuevos enfoques y posibles tratamientos en el futuro.

Los estudios en sí, los he sacado de laboratories e instituciones de Estados Unidos o Inglaterra, es una pena que aquí no tengamos más presupuesto para esto, puesto que son enfermedades que pueden afectar mucho la calidad de vida del paciente.

Aquí os dejo un link a los distintos estudios que he ido mencionando, están casi todos en inglés:

Mi experiencia con rosácea y enfermedades intestinales

Si me interesan estos temas y he averiguado estas conexiones es porque he visto- y sufrido- en primera persona los efectos de la conexión piel-intestino.

En mi caso, empecé con problemas de la piel hace más de 5 años. Después de buscar un diagnóstico, mi dermatólogo empezó a sugerirme varios tratamientos para la piel. Sabía que la rosácea era crónica, pero veía la piel demasiado desequilibrada. Los tratamientos que me hacían, cremas tópicas, antibióticos, etc, no iban más allá. La paz que experimentaba en la piel me duraba nada y menos. Con el tiempo, empecé a visitarme con otros médicos porque no me encontraba bien a nivel general. Me encontraron SIBO, uno de los problemas que he mencionado. El viaje ha sido largo, de hecho, aun sigo aprendiendo y descubriendo como me afecta, pero controlar mi SIBO ha sido clave y directamente proporcional a cómo me afecta la rosácea. Ahora, después de varios tratamientos – porque mi SIBO es bastante resistente- tengo la piel estupenda. Tengo rosácea sí, no se irá nunca, pero está controlada y se ve sana.

Así que si tenéis algún problema gastrointestinal o creéis que podéis tenerlo, os aconsejo acudir a un buen médico especializado para asesoraros sobre el tema.

¿Cuál es vuestra experiencia?

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